Una noticia que no es tan buena como parece: No basta con que el crecimiento económico nacional sea superior al de Estados Unidos
“México crecerá a una tasa cinco veces mayor que la de EU”, es el encabezado de una nota publicada en el portal del diario capitalino La Jornada (27-I-2023).
Vista así, a la ligera, tal información sería estupenda para la economía mexicana y, sobre todo, para el Gobierno de la 4T.
Sin embargo, al leer la información de marras –y a sabiendas de otras cifras económicas–, el entusiasmo decrece.
Es cuando resulta inapelable recordar aquel verso: “En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”. Según estimaciones de Shelly Shetty, directora general de Fitch Ratings –una reconocida firma calificadora de inversiones con sede en EU–, la economía mexicana alcanzará este 2023 un crecimiento de 1% a 1.5%, Esta, se agrega, sería una tasa hasta cinco veces más alta que la esperada para Estados Unidos, prevista en 0.3 % o aún menor si se llegara al límite de una recesión. Lo que no dice la citada información es que para que México tenga pleno empleo –y por ende haya bonanza— necesita crecer a un ritmo de 6 % anual, o sea, cuatro veces más que las citadas previsiones.
Para que haya pleno empleo se necesitaría crear millón y medio de nuevas plazas, y con un eventual crecimiento del 1.5 % se crearían si acaso unas 750 mil.
Entonces, ¿de qué sirve crecer cinco veces más que nuestro poderoso vecino del Norte si no podemos lograr que la economía aumente a un ritmo razonable y beneficie a la mayoría de la población?
Por cierto, una calificadora como Fitch Ratings es una firma que proporciona elementos de juicio –como informes sobre manejo de deuda y perspectivas económicas a corto o mediano plazo– a potenciales inversionistas interesados en canalizar todo o parte de su capital en determinadas naciones o empresas.