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Pregunta obligada ante el negro panorama bancario y financiero cuando la institución crediticia no se sostiene sin México, que está mal, y su nicho de mercado en Estados Unidos, donde las cosas están peor, se ha ido desinflando

El Banco Santander ya ha resentido el impacto del coronavirus en su negocio de Estados Unidos y México, dos filiales que aportaron el año pasado un 16% al beneficio total del grupo. La entidad que preside Ana Botín entiende que la filial mexicana no va a cumplir los objetivos de 2020 y en EU (Consumer USA, su filial de financiación al consumo) asumirá la caída del crédito para coches, afectado por los cierres de los concesionarios también por la pandemia.

Ante este escenario cabe preguntarse qué ocurrirá con BBVA, donde México es el primer mercado del banco. En 2018, aportó el 41% de los resultados y en 2019 el 44,8%. Es decir, sigue siendo el principal motor de sus cuentas, con un beneficio de casi 2 mil 700 millones en el último año.

El presidente de la entidad, Carlos Torres tiene que hacer frente a esta crisis provocada por el COVID-19, después de que en último año los principales mercados donde opera la entidad registraran caídas. Y México, que generalmente es el que tira del grupo empieza a sentir los efectos de esta pandemia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantaba este martes que la economía mexicana retrocederá un 6.6% en 2020, la mayor caída entre los grandes países de América y además encadenará dos ejercicios consecutivos en negativo.

El presidente de BBVA, Carlos Torres

La historia de BBVA con México viene de lejos, inició sus operaciones en el país en 1932, cuando se fundó bajo el nombre de Banco de Comercio. Años más tarde fue nacionalizado y privatizado otra vez, pero tras varias adquisiciones y fusiones, y bajo la marca Bancomer (con la que es conocido en el país), se hizo fuerte y 88 años después es el banco más grande de la nación.

BBVA no se sostiene sin México y ahora le toca hacer balance de cómo va a afectar en sus cuentas, pero tampoco puede seguir sin Estados Unidos y las cosas allí están peor. El país norteamericano fue en 2018 el tercer mercado para el banco, con el 12.6% del resultado. Ese ejercicio logró unas ganancias de 735 millones.

Sin embargo, las cuentas del Grupo del año pasado se vieron deterioradas precisamente por este país. La entidad avisó de que su negocio allí restaría unos mil 500 millones de dólares al beneficio de 2019 por la evolución de los tipos de interés y la ralentización de la economía. Y así fue, BBVA anunció que en el conjunto del año ganó un 35% menos afectado por la pérdida de valor de la filial de EU.

En el informe anual de BBVA tampoco se mostraron optimistas para 2020 en el país que preside Donald Trump y eso, antes de que estallara la crisis económica provocada por el COVID-19. En Estados Unidos, es probable que el crecimiento siga moderándose en el corto plazo por el mal desempeño de la inversión, así como el freno sobre las exportaciones por la desaceleración global y la fortaleza del dólar a pesar de una política monetaria más acomodaticia”, se cita en el documento.

Entonces pronosticaban que la economía estadounidense se desaceleraría este año hasta el 1.8%, pero ahora que el país se ha convertido en el principal foco mundial de coronavirus por número de muertos, y que se estima que no podrá volver a la normalidad hasta entrado mayo, el FMI prevé que la caída de economía será del 6% este año, el doble del desplome que en la crisis financiera de 2008.

BBVA cuenta con 10 mil 825 trabajadores en Estados Unidos y la actividad del Grupo en ese paísse desarrolla, principalmente, en el Sur. Lo hace a través de un grupo de sociedades cuya cabecera es BBVA USA (antes BBVA Compas), así como con la sucursal de BBVA en Nueva York y una oficina de representación en Silicon Valley (California).

BBVA estableció una sucursal en Nueva York en 1988 y realizaba operaciones de transferencias monetarias entre este país y México desde 1994, pero fue en septiembre de 2004 cuando logró establecerse definitivamente en Estados Unidos gracias a la adquisición de Valley Bank y sus cuatro sucursales californianas.

En 2005, BBVA llevó a cabo su siguiente adquisición, el banco fronterizo de Texas, Laredo National y a finales de 2006, el Texas State Bank y el State National Bank. Con la adquisición de estos tres, la estrategia de BBVA pasó de estar centrada principalmente en la población hispana a adoptar un enfoque general del mercado.

En febrero de 2007, anunció su mayor adquisición en Estados Unidos hasta la fecha, la compra de Compass Bank. Y a finales de 2008, los tres bancos texanos se integraron a este último. En junio de 2019, BBVA unificó su marca en todo el mundo y BBVA Compass pasó a llamarse BBVA. Ahora, más de 30 años después, Carlos Torres tiene que sortear una crisis sin precedentes que ha paralizado el mundo, además de hacer frente a sus cuentas trimestrales el próximo 30 de abril.- (Con información del portal digital “Merca2”, de España, especializado en finanzas y economía)


| HECHO DIGITAL | CDMX | 15/IV/2020 |

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