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Millonarias inversiones privadas con energías renovables podrían perderse por un cambio de política gubernamental

POR JOSÉ CORTAZAR NAVARRETE

Una veintena de proyectos de inversiones privadas con energías renovables en Yucatán podrían perderse o frustrarse por el inesperado cambio de políticas del  Gobierno en la materia.

La nueva política gubernamental de reducir inversiones en energías limpias es una gran amenaza para proyectos ya en marcha o por realizarse en Yucatán, aseguró Arturo Monforte González, consultor y especialista en temas energéticos.

Por ejemplo, puntualizó, hay una alta posibilidad de que los parques eólicos y solares ya no se realicen.

El daño que ocasiona a Yucatán ese cambio de la política gubernamental es muy alto, sostuvo. Con ello, se pierde casi una década de inversiones en materia de infraestructura, desarrollo de tecnología, capacitación e impulso de capital humano.

El anuncio del Gobierno Federal da un giro a los proyectos ya anunciados para nuestro Estado que podrían derrumbarse por falta de certeza jurídica en las inversiones y la imposibilidad de subir a la red la energía producida.

Inversión extranjera en Yucatán, en parques solares

Por otra parte, dijo Monforte González, debe estar seriamente preocupado el Gobierno del Estado, que enfocó sus propuestas e invirtió mucho tiempo en gestión, cabildeo y convencimiento a las empresas que se propusieron invertir en nuestro Estado y aprovechar las condiciones para la instalación de parques solares y eólicos.

La situación es verdaderamente preocupante, insistió, porque las empresas que han invertido, entre otros aspectos, en capacitación de personal y proyección de capitales podrían dejar de invertir y abandonar las posibilidades de crear empresas y empleos para nuestro estado, destacó.

Al abandonar sus proyectos, expuso el entrevistado, se perderían inversiones cuantiosas y la oportunidad de que nuestro Estado alcance la autosuficiencia energética, programada para 2024.

Dijo que esta situación podría echar para atrás los más de 20 proyectos que están en gestión en Yucatán y que ha costado tanto promover e impulsar.

Manifestó que es impensable que el Gobierno deseche proyectos que permiten garantizar una mejoría para la sociedad, al usar energías más baratas y amigables al medio ambiente, en lugar de las que usan combustibles fósiles, más contaminantes y caras, expuso.

Y no sólo eso sino el predicamento en que está el Gobierno Federal por la posibilidad de perder inversiones extranjeras, además de que se daña la imagen de credibilidad, de responsabilidad, que se había ganado el país en el extranjero.

El problema, explica Monforte González, es que el Gobierno Federal sólo le tiene miedo a Estados Unidos y en las inversiones afectadas en Yucatán no hay empresas estadounidenses, pero sí canadienses, francesas y chinas que apostaron y se propusieron realizar inversiones en parques eólicos y solares y que ahora podrían reducirse o perderse al no poder conectarse a las redes de Comisión Federal de Electricidad para recuperar su inversión, manifestó.

El programa energético para Yucatán comprende la instalación de 24 parques solares y eólicos, tres de ellos ya en operación, que implican una inversión de 3 mil 400 millones de dólares, en capitales canadienses, chinos y franceses y la generación de una capacidad de 3,400 megavatios, que permitiría la autosuficiencia energética del Estado.

Los proyectos que ya están funcionando en el Estado son:

a) La planta fotovoltaica “San Ignacio”, que inició actividades en junio de 2019, de la empresa Jinko Solar, que genera 18 megavatios, que puede satisfacer el consumo de unos 30,000 hogares yucatecos.

El parque Eólica Golfo 1, en Dzilam 

b) Dos parques eólicos en Dzilam de Bravo y Tizimín, que han iniciado actividades generando 200 megavatios.

El parque de Dzilam Bravo, Eólica Golfo 1, se puso en marcha en mayo de 2019 y consta de 28 aerogeneradores, los cuales producen 70 megavatios al mes y se invierten 120 millones de dólares a cargo de la empresa Envision Energy International, de origen canadiense.

Finalmente, el parque de Tizimín, que inició operaciones en noviembre de 2019, y planea generar 84 megavatios, a cargo de la empresa Brownfield, cuya inversión total es de 153.8 millones de dólares.— (Colaboración especial para HECHO DIGITAL / 17-V-2020)

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