López Obrador advierte que no permitirá la apertura de más centros de juego y pone en duda cambios fiscales ya aprobados
Se anticipa un choque de trenes Ejecutivo Federal vs Gobiernos de los Estados por el tema de los casinos, los centros de juegos de azar que han tenido gran auge en numerosas entidades desde el pasado sexenio.
Por un lado, el Gobierno Federal, con el Presidente Andrés Manuel López Obrador al frente, se opone a autorizar la apertura de más centros de juego. Así lo advirtió este martes 7 de enero en su conferencia de prensa matutina.
Por el otro lado, tenemos a Gobiernos estatales que, como sanguijuelas, se disponen a sangrar a las empresas operadoras de casinos para compensar su déficit en ingresos.
Está claro que, de unos años para acá, el Gobierno Federal ha encontrado como fuente inagotable de ingresos la aplicación de tasas fiscales crecientes para bebidas alcohólicas y azucaradas, así como para cigarrillos y juegos y sorteos (que incluye a los casinos).
Está claro que si el vicio es un excelente negocio, pues entonces el Fisco se siente con derecho de “hincarle el diente” a empresas que lo fomentan sin que el Gobierno haga nada para rehabilitar a víctimas del alcoholismo, la obesidad, el tabaquismo y la ludopatía.
El problema es que como no son “hermanas de la caridad”, los operadores de casinos no van a invertir en el país si no hay condiciones propicias para su expansión.
Y lo peor de todo es que lo que parecía un enorme negocio se ha llenado de negros nubarrones que afectan su futuro inmediato.
Por de pronto, los casineros tienen que sentarse a esperar a quién –Gobierno Federal o Gobiernos estatales— dará la razón la Suprema Corte para autorizar la apertura de los centros de juego.
El Gobierno Federal dice que esta es una facultad exclusiva suya, vía la Secretaría de Gobernación. Los Estados, como fieras agazapadas y taimadas, esperan la evolución de las cosas antes de actuar.
“Nosotros no autorizamos casinos, tenemos muy presente cómo se empezaron a autorizar estos en la época del que se llamó “gobierno del cambio”, señaló López Obrador.
Por tanto, precisó, “no vamos a caer en lo mismo, sería lamentable hacer lo mismo”.

A su vez, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la Ley Federal de Juegos y Sorteos establece que es facultad de la Secretaría a su cargo la reglamentación, autorización, control y vigilancia de los juegos cuando medie una apuesta.
“Eso significa que sólo a nivel federal se pueden dar esas autorizaciones y en este sexenio no ha habido ninguna para abrir un solo casino”, mencionó la funcionaria.
López Obrador advirtió que si los Gobiernos locales legislan y afectan una facultad del Gobierno Federal, este acudirá a la autoridad competente para que decida.
“Nada de casinos, en todo el país, no somos lo mismo, la gente votó por un cambio”, dijo.
Así, el mandatario respondió ante la pregunta de una periodista de Baja California, quien señaló que al igual que en Quintana Roo, hay diputados que están apoyando la apertura de más casinos.
En Baja California fue modificada la Ley de Desarrollo Urbano para instalar más casinos, y en Quintana Roo los diputados propusieron exentar del pago de impuestos a quienes planeen instalar centros de juego, pese al rechazo de diversos sectores del estado.
En Quintana Roo, la secretaria de Finanzas y Planeación, Yohanet Torres Muñoz, señaló que sería anticonstitucional la exención de impuestos otorgada por el Congreso del Estado a nuevos casinos.
Sin embargo, el gobernador quintanarroense Carlos Joaquín González es partidario de exentar de impuestos durante este año a los operadores que inviertan al menos 40 millones de pesos en la apertura de nuevos centros en zonas turísticas.
El Gobierno de Q. Roo prevé recaudar entre 84 y 89 millones de pesos por los impuestos aplicados a los casinos ya existentes, dinero que es pagado por los jugadores y que estos comercios retienen.
En Quintana Roo operan once casinos, la mayoría en Cancún.
La funcionaria precisó que se registra una disminución en las participaciones por la baja recaudación federal.

El nuevo impuesto estatal a los casinos en Baja California va a ocasionar que el turismo descienda en la región y opte por irse mejor a California, donde no se cobra a los ganadores de las apuestas, declaró el presidente del Grupo Caliente, Jorge Hank Rhon.
Además, negó que su consorcio no pague impuestos, como aseguran algunos políticos.
Por lo contrario, es el que más aporta en la entidad “y ahora nos vienen a meter un impuesto que nos va a lastimar, no nada más a nosotros, sino a los jugadores”, señaló el ex presidente municipal de Tijuana, en el festejo del Día de Reyes que su empresa celebra desde hace 35 años.
Entre las modificaciones a los casinos destaca un aumento de 10% a los apostadores que ganen en los sorteos, según propuesta del Gobernador Jaime Bonill al Congreso de BC, aprobada por la mayoría de diputados de Morena.
En Baja California operan 44 casinos, el mayor número para un solo Estado en el país.
Pagan 200 millones de pesos anuales en impuestos y con los cambios se espera que la cifra ascienda a mil 200 millones.

Lo más grave de todo para Q. Roo y Baja California es que las nuevas medidas fiscales están incluidas en las leyes de ingresos de ambas entidades.
Por tanto, si no entran en vigor pueden generar sendos “boquetes” en sus economías y las consiguientes afectaciones para la población.- (Análisis editorial de HECHO DIGITAL con información de “Pulso, diario de San Luis”, “Canal 10” y “Mega News” – 07/I/2020)