Sin estrategia adecuada para combatir el mal: Podrían autoridades estar “jugando con fuego”, advierte la OMS
Debería mover a reflexión lo que está pasando con el Covid-19 en el Estado de Tamaulipas, donde los enfermos o casos positivos (casi 160 mil mil) superan ya con mucho a los recuperados (más de 144 mil) hasta el pasado domingo 10 de julio.
De los 43 municipios tamaulipecos, casi dos terceras partes (27) están con alto nivel de contagio –o sea, en color rojo- y sólo 11 con mínimo riesgo –color verde–.
De los restantes cinco municipios, dos están en color naranja (riesgo alto) y tres en amarillo (riesgo medio).
La confianza que da el mal en esta nueva fase, que se caracteriza por esporádicos casos mortales y molestias más bien parecidas a un cuadro gripal, se ha traducido en una peligrosa “tolerancia” de las autoridades sanitarias de permitir que ingrese el mal a nuestras casas, en el entendido de que por ahora no hay mayor riesgo.
Sin embargo, ello ha ido acompañado de una desesperante pasividad de las mismas autoridades al no diseñar una estrategia consistente en que el mal no ataque o lo haga de forma mínima, sobre todo por sus secuelas desconocidas.
Y lo más grave es que el Covid contagia de diferentes formas en cada sitio o región.
En síntesis, así como a la hipertensión arterial se le ha apodado como “el asesino silencioso”, al Covid habría que bautizarlo como “el asesino desconocido” o “el asesino enigmático”.
En Tamaulipas, donde el Covid ha matado a 7 mil 881 personas, había hasta el pasado domingo –con 266 nuevos contagios y ninguna muerte– 159 mil 730 enfermos o casos positivos y 144 mil 369 recuperados
En Tamaulipas, por ejemplo, sus pasos fronterizos de intensa actividad (Nuevo Laredo, Reynosa –111 casos– y Matamoros –24–) y sus múltiples zonas industriales, agropecuarias o marítimas (Ciudad Victoria, la capital –33 casos–, Tampico –49–, Ciudad Madero –25–, El Mante –11–, Altamira –6–, Soto la Marina y San Fernando –un caso–), así como las “ciudades satélite” que se han creado en su derredor, son los más afectados por la pandemia.
Llama la atención que en las estadísticas del domingo pasado no aparezca Nuevo Laredo, el principal paso fronterizo de la
entidad, con nuevos casos, tal vez porque el reporte es del fin de semana, cuando por burocratismo hay omisiones en los datos. El llamado de las autoridades se ha limitado a advertir que los más vulnerables son personas con obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades renales crónicas o bien con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o asma, con cáncer o VIH/SIDA, y con trasplantes.
Queda claro, también, que están altamente expuestos lo que no cuenten con su esquema de vacunación, y los que no extremen medidas preventivas, como uso del cubrebocas, lavado frecuente de manos y guardar siempre una sana distancia respecto de otras personas.
Sorprende el caso de Yucatán, con un promedio diario de 500 contagiados en los últimos días, la mayoría de ellos concentrados en la capital del Estado, Mérida, donde vive aproximadamente el 60 % de la población.
El lunes 11 de julio fueron reportados un fallecimiento y 589 nuevos casos, de los que 573, más del 90 por ciento, se detectaron en Mérida.
Así las cosas, se puede decir que la mayor parte de los 6 mil 503 enfermos (casos activos) son residentes en Mérida.
Aunque las autoridades aseguran que todos estos enfermos “están estables, aislados, con síntomas leves y monitoreados por personal médico de la Secretaría de Salud d Yucatán”, hay dudas de que ello sea así.
En Yucatán, los casos positivos se elevan a 125 mil 440 –78 mil 960, más del 60 %, en Mérida– desde que comenzó la pandemia, y los recuperados, 111 mil 936.
Precisamente escribiendo estas líneas –en la tarde del martes 12 de julio– encontramos una advertencia de la Organización mundial de la Salud, porque “estamos jugando con fuego” al permitir una gran circulación del virus a nivel mundial.
María van Kerkove, jefa técnica de la OMS, señaló que “ahora, en julio de 2022, tenemos varias intervenciones para salvar vidas que no estamos utilizando de manera efectiva ni consistente a nivel mundial”.
Así –subraya la funcionaria–, “las muertes deberían ser mucho más bajas en este punto de la pandemia”, la cual no ha terminado.
En seguida, la jefa técnica de la OMS hace su grave advertencia a las Secretarías, Ministerios o Departamentos de Salud de los países miembros: “Estamos jugando con fuego al dejar que este virus circule a niveles tan intensos”.
♦ Estadísticas al corte de este martes 12 de julio de 2022
CIUDAD DE MÉXICO