Brasil, México y Argentina “cojean del mismo pie”, por el estancamiento en su economía y una deuda muy elevada
Brasil, México y Argentina, las grandes economías latinoamericanas, se encuentran en el mismo ciclo económico de crecimiento estancado y afrontan el desafío común de reducir su abultada deuda, reconocieron este miércoles 22 de enero, en el Foro Económico Mundial de Davos, representantes de los tres países.
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, y su homóloga de México, Graciela Márquez, coincidieron además en que la corrupción es un gran problema en sus países, que requiere ser desterrada si se pretende que el crecimiento económico que se pretende revivir sirva para reducir las desigualdades sociales.

Prácticamente todos los países de Latinoamérica están experimentando una prolongada desaceleración y han resultado más o menos afectados por las tensiones comerciales y la debilidad de la demanda interna.
La región latinoamericana creció un 0.2 % el año pasado y este año las previsiones apuntan a un 0.3 %, lo que implica que se cerraría un periodo de seis años consecutivos con el menor crecimiento económico de la historia reciente.
Con estas sombrías perspectivas, la responsable mexicana y el presidente de la compañía petrolera argentina YPF, Guillermo Nielsen, intentaron transmitir un mensaje de confianza a ejecutivos que participan en el Foro de Davos.
Aseguraron que sus Gobiernos apuestan por la estabilidad macroeconómica como forma de reactivar el crecimiento y reducir la pobreza.
Nielsen reconoció que una prioridad del nuevo Gobierno de Alberto Fernández en su primera etapa será la reestructuración de la deuda externa, pero recordó que las condiciones actuales son distintas a las que se vivieron entre 2003 y 2005, cuando el gobierno de entonces tuvo que renegociar con una gran variedad de acreedores.
En esta renegociación añadió Nielsen, el Fondo Monetario Internacional será un actor crucial, por ser la institución a la que más se le adeuda.
El funcionario sudamericano confió en que Argentina pueda revertir su crítica situación dando un impulso decidido a las exportaciones.

Por su parte, la secretaría de Economía mexicana dijo que el Gobierno de Andrés López Obrador está reembolsando la deuda pública que empezó a abultarse en 2014 como una muestra de su voluntad de mantener los pilares macroeconómicos estables.
Márquez consideró “una buena noticia para los inversionistas y el gobierno” que haya un nuevo Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) porque eso significa que ya hay reglas claras para todos.
“Esto nos da buenas perspectivas de integrarnos de forma competitiva a Norteamérica”, declaró.
En el debate, Guedes identificó un elevado nivel de la deuda pública, un gasto público exorbitante y la falta de competencia en sectores clave como las razones que explican que la economía de Brasil no sólo se haya desacelerado en los últimos años, sino que se haya contraído.
Sostuvo que el Gobierno de Jair Bolsonaro ha decidido reducir el nivel de endeudamiento interno –el cual representa actualmente el 80% del Producto Interno Bruto (PIB)- a través de medidas que en el último año han permitido rebajar en 25% el pago de intereses.

En el terreno de la reducción del gasto público, defendió la reforma de la seguridad social, así como la congelación de salarios durante un periodo de hasta dos años para permitir el control de la inflación al tiempo que la economía crece.
“Es la versión a la brasileña del cierre administrativo en Estados Unidos, salvo que allí se congelan todos los pagos, mientras que nosotros seguimos pagando y sólo congelamos los salarios”, explicó.— (Información del periódico “Vanguardia”, de Coahuila-22-I-2020)