Sin preparación política, pero con gran dominio de la escena: Su frecuente choque con Gobernadores lo han debilitado
Sin preparación política, pero con gran dominio de escena y una particular habilidad para corregir aparentes mentiras, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell se parece a aquellos pilotos cada vez más preocupados de que se les “vaya acabando la pista”.
Su afán de querer controlar todo lo relativo a la pandemia del coronavirus lo ha llevado a cometer errores que en otras circunstancias le hubieran costado la renuncia.
Sin embargo, su sumisión absoluta a Andrés Manuel López Obrador, y la preocupación de éste para que nadie “le haga sombra”, ha dado por resultado un funcionario dócil que ha logrado convencer en absoluto al político tabasqueño.
López-Gatell parece tener esa facilidad didáctica para explicar al Presidente todo lo relativo a la pandemia “con peras y manzanas” si es preciso.
A su vez, el funcionario parece ser el cómplice perfecto en Palacio Nacional para esconder el secreto a voces de una austeridad derivada de haber asignado en su totalidad un presupuesto sin medir la tormenta que se avecinaba.
Por eso, para hacer peligrosos ahorros, López Gatell rechazó optar por la masiva realización de pruebas de diagnóstico y consentir que las compras de insumos de salud se hicieran de última hora, con los riesgos sanitarios consiguientes.
Por ejemplo, supuestamente se han comprado miles de “respiradores” artificiales o ventiladores, pero no está claro cuántos se han instalado ni dónde.
No se sabe, por tanto, si el personal está familiarizado con su uso, porque no creemos que antes del coronavirus hubiera hospitales con “ventiladores” chinos.
A estas alturas de la crisis en México, sólo nos queda encomendarnos a Dios y rogarle que López-Gatell haya tomado las medidas acertadas, sobre todo en tiempo y forma, para hacer frente a la pandemia.
Tenemos, sin embargo, muchas dudas al respecto, y para ellos nos han abierto los ojos los Gobernadores que se han enfrentado a este virtual ministro extraordinario bautizado en el extranjero como “zar mexicano del coronavirus”.
Hagamos un repaso del desencuentro de López-Gatell con varios Gobernadores.
Primero, contra Alfaro.– El primer Gobernador con el que chocó López-Gatell fue el de Jalisco, Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano.
Enrique Alfaro se compromete con Jalisco, sin mentiras, sin maquillar cifras y sin cambiar el porque de los decesos.☝️
Sin decir que fue por NEUMONÍA ATÍPICA cuando en realidad es por COVID -19!🙅♀️
Como lo están que haciendo en la Cdmx López y Gatell para aminorar la cifras!🤷♀️ pic.twitter.com/QdJpDgtYS4
— Ryo (@ryodeDios) April 12, 2020
Alfaro quería realizar en Jalisco un sistema de pruebas rápidas para detectar al azar posibles enfermos en determinadas zonas de Guadalajara y otras densamente pobladas de Jalisco.
Se trataba de un proyecto parecido al que tanto éxito dio a Corea del Sur, el país que en menor tiempo y letalidad logró contrarrestar la pandemia.
López-Gatell, como lo hizo desde un principio, se opuso rotundamente a la idea de Alfaro. y para ello frenó –de acuerdo con otras instancias del Sector Salud— la entrada al país de los insumos para realizar esas pruebas.
Tan es cierta la aseveración de Alfaro que López Gatell se empecinó en monopolizar la realización de esas pruebas, limitando su aplicación a los laboratorios de salud pública en las 32 entidades federativas.
López Gatell dijo que personal de esos laboratorios fue preparado de forma adecuada para identificar casos de coronavirus, lo cual fue desmentido en varios Estados, como Coahuila, donde la confirmación de la enfermedad llegó varios días después de la muerte del enfermo sospechoso.
Luego, contra Aureoles.– Sin haber resuelto las discrepancias con Alfaro, López-Gatell chocó entonces con el Gobernador michoacano Silvano Aureoles Conejo, del PRD.
Pide el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, a Zoé Robledo y a Hugo López-Gatell que dejen de mentirle a la sociedad mexicana y responde a la información que han difundido los funcionarios federales sobre las acciones contra el coronavirus #COVID19. pic.twitter.com/rcoioymW5p
— LupitaJuarez (@LupitaJuarezH) April 17, 2020
Aureoles acusó al subsecretario que más parece vicepresidente o ministro extraordinario de un régimen parlamentario de estar errado en sus cálculos sobre la duración de la pandemia.
Y haciendo valer su cargo de Gobernador de un Estado federado, libre y soberano, Aureoles advirtió a López-Gatell que no iba a acatar sus órdenes si ello significaba poner en riesgo la salud de la población.
Un tajante Aureoles advirtió al “subsecretario de oro” y de paso al Gobierno de la 4T con las siguientes palabras:
“Si ustedes quieren seguir engañando a la población del país háganlo, pero no todos estamos con los ojos vendados ni nos vamos (a conformar) con los comentarios poco responsables que han hecho ustedes durante la crisis que estamos viviendo”.
Puebla se suma al repudio.—Un Gobernador recién “estrenado”, el poblano Miguel Barbosa, también se enfrentó al polémico funcionario que le ha “comido el mandado” al secretario de Salud Jorge Alcocer Varela.
¡Rebelión en ascenso! @MBarbosaMX cuestiona a @HLGatell sobre las cifras de contagios y decesos de coronavirus en México. Asegura: no sé de dónde saca @gobmx esa numeralia@JoseJuanEsp @periodistasoy @lumendoz @franciscozea @YuririaSierra @ChumelTorres @CarlosLoret @JTrianaT pic.twitter.com/rnYROBwLvV
— Desgobierno Puebla (@desgob_pue) April 10, 2020
Preocupado quizás por la diabetes que lo aqueja –tiene amputada una pierna—y por tanto candidato a pasar las de Caín de contraer el coronavirus, Barbosa, con lenguaje folclórico, dijo a López Gatell que en Puebla “también hace aire”.
La molestia de Barbosa, que al parecer esperaba un generoso cargamento de insumos para atender a enfermos del Covid-19 –Puebla figura entre las primeras cinco entidades con más casos–, quedó frustrado al comprobar que el envío se reducía a “dos cajitas”.
Al proceder a la revisión quedó claro que el “cargamento” constaba de dos mil tapa-bocas, motivo más que suficiente para dejar en ridículo a López-Gatell.
Baja California, en la protesta.– Aunque hubo ciertos reparos de Nuevo León y Tamaulipas, el próximo escollo estatal de López-Gatell fue Baja California, también con nuevo Gobernador, Jaime Bonilla, de Morena.
Tal vez por ser amigo personal de López Obrador, Bonilla trató de no magnificar las hondas discrepancias con López- Gatell y sus huestes.
Siempre se tuvo la impresión de que el Sector Salud no estaba atendiendo como se merecía a la zona del país fronteriza con Estados Unidos.
Aunque el coronavirus ya pintaba como seria amenaza en Estados Unidos, López-Gatell no hizo nada (o tal vez muy poco) para frenar el avance de la pandemia que obviamente iba a penetrar por Baja California.
Tijuana, hasta hace unos años el paso fronterizo más transitado del mundo –con 40 millones de cruces al año—no tomó las previsiones del caso, y Mexicali, tampoco.
Sin embargo, como el “incendio subterráneo” en el bosque, por el llamado “efecto hojarasca” –la alfombra de hoja seca bajo la cual va avanzando el fuego hasta que este estalla, incontenible–, el coronavirus ya tenía mínimo un periodo de incubación de tres semanas en Baja California antes de que saliera a la luz la multiplicación de casos.
No es ninguna sorpresa, entonces, que Baja California surgiera de la nada para encaramarse entre los cuatro primeros Estados en número de casos, compitiendo con Ciudad de México, Estado de México y Puebla, que desde hace más de un mes ostentan los primeros lugares.
La sospecha es que en Baja California ya había muertes por coronavirus, pero estas eran atribuidas a causas colaterales (neumonía de los nosocomios, obstrucción pulmonar, diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, entre otras).
Como en este “México lindo y querido” adolecemos de estadísticas confiables y una reglamentación estricta que obligue a todo hospital a informar de qué murió cada paciente, entonces quedará en la duda “la historia detrás del coronavirus”).
Pero eso no era todo. Baja California fue ninguneado en las estadísticas, tanto así que cuando ya se habían contabilizado 72 muertes por Covid 19 en el Estado, las estadísticas sólo reconocían 31 decesos.
Fuerte el gobernador de BC, Jaime Bonilla, contra el gobierno federal:
Dice que desde el centro mienten consistentemente sobre las cifras de covid19 en el estado pic.twitter.com/isqL7XvZ3e— Lilly Téllez (@LillyTellez) April 17, 2020
Y en otra historia con aristas de infamia, el día más letal del coronavirus en un solo lugar –17 muertos en cuestión de horas en BC, el pasado martes 14–, las huestes de López-Gatell no dijeron ni pío.
Ruptura con Gobernadores del PAN.– La última “trastada” atribuida a López-Gatell fue el envío de material de desecho como si fueran “batas quirúrgicas” a una serie de Estados.
La Asociación de Gobernadores de Acción Nacional denunció el engaño y ordenó devolver el cargamento al Gobierno Federal por su “penosa calidad”.
El perredista Aureoles hizo lo mismo.
El cuestionable subsecretario, que para toda acusación tiene una justificación, afirmó que los insumos rechazados no eran para uso clínico, sino para personal con bajo riesgo de exposición.
López Obrador indicó que lo rechazado formaba parte de un lote decomisado por el Sistema de Administración Tributaria. ¿Quién dijo la verdad y quién mintió?
| HECHO DIGITAL | CDMX | 20/IV/2020 |
(*) Apunte con información de Agencias