0 0
Read Time:2 Minute, 26 Second

¿Por qué se les da prioridad en estos momentos de emergencia sanitaria?: Ojalá que los expertos, los médicos, ganen la partida

Es lamentable ver cómo se politiza un acontecimiento tan serio como el coronavirus, que amenaza la existencia de todos, sin distingo de ismos o de religión.

A veces cometemos el error de dejarnos ir con la “finta” de las expresiones jocosas o pintorescas, sin irnos a fondo en el tema de la revisión de estructuras, del cambio inevitable en la asignación de recursos, entre otros aspectos cruciales.

Y en esta irracional politización de un tema toral no dudamos en “llevarnos entre las patas” a líderes de opinión. Incluidos, claro está –nos guste o nos guste–, humoristas como Eugenio Derbez.

Y preferimos reírnos con sarcasmo ante expresiones de “están cayendo como moscas” —atribuida al Gobernador bajacaliforniano Jaime Bonilla, en referencia al auge galopante del virus en la entidad—que poner manos a la obra y empezar a resolver problemas bastante fáciles, como la manufactura de tapabocas.

Prefieren los perversos políticos que están distorsionando las cosas repartiendo culpas por doquier –ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, según la expresión bíblica–  y acusando a cualquiera de mentir –con la elegante frase sajona “fake news–, en vez de que cada uno enmiende el camino y empiece a resolver el caótico estado de cosas que ha dejado al descubierto la crisis del coronavirus.

Cartón del diario de “La Jornada”, de Ciudad de México, que se encuentra circulando en Twitter

Es una vergüenza para los “pontífices” de la salud en México que unos sencillos protectores de boca y nariz –los tapa-bocas–, que podrían hacerlos miles de amas de casa, estén poniendo a prueba los brillantes antecedentes de la Medicina mexicana.

Todavía recordamos al recién fallecido sabio Jesús Kumate Rodríguez cómo dejó con la boca abierta precisamente a epidemiólogos de todo el mundo al demostrarles que la hasta entonces “inofensiva” gastroenteritis mexicana era peor que el temible cólera (así se le veía hasta fines de los años 1990).

La demostración de “Don Jesús” fue sencilla: La gastroenteritis “mexicana” provocaba muchas más evacuaciones diarias (episodios de diarrea y disenterías) que el virus del cólera.

Esas son las lecciones –no las “puñetas mentales” de políticos que nos hacen creer que somos “iluminados”, predestinados—que pueden ser la diferencia, en favor del ingenio humano, en la lucha contra este virus que nos ha puesto a prueba.

Y no perdamos de vista que a las palabras –sobre todo las estupideces salidas de las bocas de los políticos—se las lleva el viento.

Sólo quedarán los hechos surgidos de mentes brillantes, que pondrán una barrera, quizás en la forma de una vacuna, a esta nueva amenaza para la existencia humana.

Así ha pasado siempre, y parece que esta no será la excepción.


| ANÁLISIS | HECHO DIGITAL | CDMX | 13/IV/2020 |

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %